Todo el mundo conoce la mítica frase del astronauta Neil Armstrong al pisar el suelo lunar: "Un pequeño paso para el hombre, un gigantesco paso para la Humanidad". Al término del primer paseo lunar, momentos antes de introducirse en la nave, Armstrong pronunció una frase que durante casi 30 años fue un enigma: "Buena suerte, Mr. Gorsky". Los periodistas y expertos en aeronáutica indagaron vanamente en busca de un astronauta soviético con ese nombre. Tal vez se trataba simplemente de una apuesta personal de Armstrong. Cada vez que la pregunta surgía, Armstrong se limitaba a sonreír a su interlocutor y cambiar diplomáticamente de tema. Por fin, el 5 de julio de 1995, en una entrevista en Tampa Bay, el astronauta decidió revelar el secreto. Era el momento, porque según dijo, Gorsky había fallecido. Siendo niño, Armstrong saltó al jardín de sus vecinos a recoger una pelota de béisbol. Apostado cerca de la ventana del dormitorio del matrimonio Gorsky, no pudo evitar escuchar su conversación. La señora Gorsky enfurecida gritaba: "¡Sexo oral! ¿Quieres sexo oral? ¡Tendrás sexo oral cuando el hijo de los vecinos camine por la Luna!".
Contrariamente a lo que muchos expertos piensan, esta historia es totalmente falsa. Ni la frase está grabada en las cintas de la misión Apolo 11, ni Armstrong dio nunca aquella rueda de prensa en Tampa Bay. Es más, Armstrong llegó a dar una rueda de prensa desmintiendo toda esta historia de arriba a abajo. Se trata de un ejemplo simpático de rumor descontrolado que cuajó.
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