miércoles, 11 de septiembre de 2013

Taylor Camp, la última fantasía hippie


Fue una utopía tropical frente al mar, sin reglas , política o facturas que pagar. Lucharon contra el stablishment hasta el final, la ropa era opcional y las decisiones se tomaban de acuerdo a las "vibraciones" . Era la fantasía del hippie.



Taylor camp se inició en la primavera de 1969 , con trece hippies que buscaban refugio de los disturbios universitarios en curso en los Estados Unidos y la brutalidad policial . Tras huir de sus hogares , se dirigieron a Kauai en Hawaii , una tierra muy remota y virgen con un solo semáforo en la isla.



"Nosotros participamos en el movimiento anti- guerra y Berkeley estaba listo para explotar. Era o tomar un arma o escapar " , recuerda Sandra Schaub , uno de los miembros fundadores de Taylor Camp junto con su esposo Víctor . " Así que decidimos partir hacia Europa y fue , 'Oh, qué diablos, nunca hemos estado en Hawai , sólo tendremos que ir a Hawai y luego a Asia y Europa. " No teníamos idea de lo que estábamos haciendo . "

Pobres , sin hogar y sin interés en vivir cualquier tipo de estilo de vida normal, no pasó mucho tiempo antes de que la tribu de hippies aterrizaran con sus hijos en la cárcel por vagancia . Pero Howard Taylor , el hermano de Eizabeth Taylor, que era un residente en la isla, los rescató y los invitó a vivir sin pagar alquiler en su tierra , uno de los lugares más hermosos de la isla donde la selva virgen dio paso a una bahía azul cristalino.



No había electricidad ni servicios de ningún tipo .Comenzaron a construir sus casas en los árboles frente a la playa con bambú , madera de desecho y materiales recuperados . Los campistas " flower power " vivían a cabo su sueño utópico sin restricciones y sin supervisión.




Vivían de la tierra (y los cupones de alimentos ocasionales) y pescaban; reclutaron a un médico y una partera. Los niños iban a la escuela y hasta iban al colegio en el autobús de la escuela después de que algunos campistas convencieron al conductor de incluir Taylor Camp en su ruta . La voz se corrió a lo largo y ancho y más hippies , surfistas y  veteranos de la guerra de Vietnam llegaron para iniciar una nueva vida en la comunidad..




En su apogeo, alrededor de 120 personas  vivían en la comunidad en 7 hectáreas .

" No necesitabamos TV , sabíamos claramente lo que estaba pasando ",  dice el ex campista Suzanne ' Bobo ' Rollin . " Teníamos a los veranos . Ellos habían regresado y estaban dañados . Se podría decir  la diferencia entre los chicos que habían servido y los chicos que no. Los chicos que no habían estado en Vietnam todavía podían sonreír y los chicos que sí , bueno, tuvimos que enseñarles a sonreír de nuevo " .

La marihuana y drogas psicodélicas fueron sin duda parte de la experiencia de vida para muchos residentes . Las hermanas Teri y Debbi Green , conocidas en el campamento como " Sin Sisters ", que ahora viven una vida normal en San Francisco , eran consumidoras habituales de LSD en Taylor Camp.

" Se necesitaba algún tipo de cordura centrada , una especie de enfoque , no sólo corriendo y golpeando tus bongós en la playa bajo la luna llena ", dice Teri . " Eso funcionó para algunas personas , eso es cierto. Pero uno tiene que empezar a ampliar su mente por su cuenta y se puede acelerar la expansión con LSD. Para mí el ácido era una herramienta , era un despertar espiritual , se utilizaba con un enfoque y un propósito ."


(En la foto : Teri y Debi Green)





La comunidad local de Hawai tenía opiniones encontradas de Taylor Camp. Algunos lo fueron aceptando y algunos , bueno, no .

" Taylor camp era bastante inocente, pero había un elemento duro.  Lo llamamos el " End of the Road ', el' Wild Wild West ' por las cosas malas que ocurrieron allí ocasionalmente. Algunos chicos entraron en Taylor camp bien entrada la noche , estábamos todos dormidos . De repente , justo afuera de mi ventana un tipo local dice: " Hey braddah ! " Pude ver los cañones gemelos de la escopeta pegada justo contra la pantalla, " Hey braddah , ¿tienes alguna droga ... " tontamente , se me cayó al el suelo y agarré una almohada grande , coloque la almohada delante de mí como si me protegerier de un arma de fuego , luego me levanté y tomé una pistola de grapas . En la penumbra levanté la pistola de grapas , agitando alrededor como si fuera una pistola, " Tengo una pistola aquí , lárgate de aquí! " Y por supuesto el hombre desapareció. "


Después de ocho años de vivir en una comunidad poco funcional sin normas o reglas , la historia de Taylor Camp llegó a su fin . Los hawaianos habían agotado SUpaciencia CON los hippies de la banda viviendo sin pagar alquiler en una de las zonas más bellas de la isla. Con la industria turística en auge , Taylor Camp era considerado una monstruosidad. Las quejas sobre la desnudez, las drogas , el saneamiento e incluso el robo se hicieron más y más fuertes , hasta que la suerte de los hippies  se acabó.



En 1977 , el Estado adquirió la propiedad .. El pueblo fue condenado a dar paso a la Pali State Park Na y los residentes fueron desalojados . Las autoridades prendieron fuego al campo para asegurarse de que no regresarían . En lugar del pueblo es hoy un aparcamiento turística con algunas mesas de picnic y baños públicos .


Cuatro décadas más tarde, el residente de la isla y ex campista John Wehrheim mostró las fotografías en blanco y negro que había tomado de la vida en el campamento de Taylor a algunos cineastas , Robert C. Stone y Thomas Vendetti . Conmovido por las imágenes, juntos, decidieron localizar a los campistas , sus vecinos y hasta los funcionarios del gobierno que finalmente se deshizo de ellos . En 2010 hicieron un documental.

Taylor Camp film trailer

 FUENTE: http://www.staradvertiser.com/features/20100627_Precious_paradise.html
FUENTE 2:  http://www.findingutopia.org/taylor-camp-products.html

domingo, 28 de julio de 2013

Adiós,mi niña (relato)

Fue muy frío el invierno en el que murió la Tía Abuela María.Por eso murió probablemente.La gripe y el frío.Muchos viejos mueren cada invierno.La tía era muy fuerte a pesar de sus 104 años,pero el invierno era crudo y la casa donde vivía sola y de donde se negó rotundamente a irse era helada.
Pasábamos los días con ella.En la cama,tapada hasta el mentón,la naricita apuntando al techo y los ojitos vivaces.Y el acento gallego,por supuesto.
Así estaba la tarde que le preguntamos por su madre.Ella se vino de Galicia a los 19 años y nunca la volvió a ver.
Ahora parece casi imposible imaginarse lo que era emigrar a principios del siglo XX. Imaginar un viaje de meses,pagado con el ahorro de años.Sin teléfono,sin chat,y la mayoría de las veces sin cartas porque alguna de las partes,o ambas,eran analfabetas.La gente se iba de su país a otro desconocido,en otro continente,en otro hemisferio,al otro extremo del mundo,sabiendo que lo más probable era no volver a saber de sus afectos nunca más.Es demasiado cruel como para imaginarlo hoy en día.Pero el hambre era más cruel.Y la guerra,cuando vino después de la partida de la Tía, más cruel todavía.Es el mismo hambre,pero con bombas.
Así que la tía se vino a la Argentina.Su madre la acompañó un trecho por el bosque celta de la aldea.La ayudaba con la valija.Llegadas a lo alto de un monte,María seguía hasta el puerto y la madre volvía a su pueblo,a su casa de piedras.
Así nos contó esa tarde,en la cama, tapada hasta el mentón.
Se despidieron,María agarró la valija y empezó a bajar la pendiente mientras la madre saludaba con la mano. A medida que la chica se alejaba,la madre empezaba a subir la voz.
'Adiós,María,adiós'
'Adiós, María, mi niña,adiós,mi niña'
En un momento la madre empezó a bajar corriendo la cuesta,llorando.
'Adiós,mi niña,adiós.'
En un momento la madre dejó de correr y la dejó ir.

Eso nos contó la Tía esa tarde helada y oscura de invierno.
A la mañana siguiente amaneció muerta.

La gata enorme y gorda que había aparecido de la nada y que había pasado las últimas semanas con ella se quedó hasta que llegaron todos los familiares y la ambulancia se llevó a la Tía,tapada con una sábana hasta arriba.Cuando la ambulancia arrancó,la gata se fue y nunca volvió.

Creo que es obvio para cualquiera que esa noche María tenía 19 años otra vez y esperó a que su madre bajara la cuesta y se fueron juntas,abrazadas por la cintura,por el bosque celta de la aldea,entre encinas y cruces de piedra.

Adiós,mi niña.

Familia italiana buscando su equipaje perdido en Ellis Island, New York, 1905.
Foto de Lewis W. Hine.

viernes, 21 de junio de 2013

Ella (relato)

Es morocha,muy morocha.Cara de india,el pelo muy largo,negro y lacio.Boca gruesa.Es muy linda.Sensual.Llama la atención,la siguen todas las miradas.
Cuando la veo sola es evidente que va a trabajar.Se nota en ese cierto apuro,el bolso al hombro,los ojos almendrados oteando en busca del colectivo lejano.
Cuando no va a trabajar va con la madre.
Y eso es lo que me hace sentir esa incomodidad.
Eso y la mirada inmensamente triste que tenía anoche en el colectivo.
Suena feo,lo sé.No tiene nada de malo ir con la madre.La tristeza puede ser por cualquier cosa (aunque por lo general,sea prejuicio o no,en una mujer la tristeza siempre va asociada de algún modo a un hombre que no la quiere).Sé que puede ser una situación normal en una vida normal,y eso es lo que me frena en mis ganas (no,ganas no...necesidad) de hablarle.
Pero estoy casi segura.No es una situación normal.O a lo mejor sí es normal,pero no es sana.

Terminé de convencerme la mañana temprano cuando íbamos al colegio y estaba la ambulancia atendiendo a la madre en la vereda.Que no era nada grave se notaba en la actitud relajada de los paramédicos.Pero la mujer mayor,extendida en la vereda sucia,su pose dramática,los ojos acorralados de la hija.La mirada inmensamente triste del colectivo días después.
Pienso que debería animarme y hablarle un día.No creo que me anime.Pero sé que debería hacerlo.Estoy casi segura de que debería.
Decirle 'Ya sé que no nos conocemos,pero sé lo que te pasa por que me pasó a mí.No la dejes que te esclavice.Ella puede sola.Es fuerte,sé que puede sola.Viví tu vida.Escapá,si es necesario.Escapá antes de que sea demasiado tarde,escapá antes de tener hijos con un hombre que sea igual a Ella y que los quiera sólo porque son un medio de atarte.Y que te quiera sólo porque le gusta la idea de poseerte.Ella también quiere poseerte.Te posee. Escapá,sos joven,tenés mucho tiempo,pero tenés que ser fuerte y ponerte firme.Ella puede sola. Escapá. Después puede ser tarde,después tenés dos vidas que son un milagro que dependen en todo de vos,y vos no vas a poder contar con Ella.No te va a ayudar,lo sé.Nadie lo va a hacer,porque le dedicaste tu vida  a Ella,y no tenés amigos.Y vas a tener que luchar sola contra todas las tormentas,esperando el día en que al final vas a juntar la fuerza suficiente para decirle que basta,que ya está,que tenés dos hijas y las cuidás sola y las mantenés sola y que sos una mujer y que no le debés nada a nadie,no,a nadie,ni siquiera a Ella con su supuesto sacrificio y todo su sufrimiento. Escapá. No es imposible.Va a ser difícil,pero vas a tener una vida para vos. Vas a tener un lugar,tus libros,tu música,amigas,salidas,lo que sea que te haga bien.Tu autoestima,el peinado que querés,la ropa que te gusta. Nadie rebajándote sutilmente.Nunca más el miedo a no ser lo suficientemente buena .Escapá.Te ayudo en lo que necesites,pero escapá.'

Si supiera que aunque fuera la voy a hacer pensar,que por lo menos va a barajar la posibilidad,sé que me animaría y le diría todo esto,a riesgo de que piense que estoy loca,a riesgo de que me insulte a los gritos.Pero sé que ella es como yo,y que vive un la misma situación en la que viví casi toda mi vida,así que no,no me insultaría.Porque yo no lo habría hecho.

No sé,quizás algún día me anime y le hable.
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martes, 6 de noviembre de 2012

El Ermitaño


"La Luz del Mundo",por William Holman Hunt.(Izquierda).La baraja Ermitaño, la carta 9 del Tarot (Medio)
Arte interno de Led Zeppelin IV (Derecha)

Entrevista a Jimmy Page en  la revista Guitar World, enero de 2008:

Guitar World: ¿Podríamos hablar un poco sobre el significado detrás de la secuencia en The Song Remains The Same ?
Page : Para mí, el significado es muy claro, ¿no?
GW: Bueno, me parece interesante que elegiste representarte a vos mismo como un ermitaño en una época en que eras realmente una figura pública.
Page: Bueno, yo era hermético. Yo estaba involucrado en las artes herméticas, pero yo no era un recluso. O tal vez fue ... La imagen del ermitaño que se utilizó para el arte en Led Zeppelin IV y en la película en realidad tiene su origen en una pintura de Cristo llamado La Luz de la Humanidad por el pre-Rafaelita  William Holman Hunt. La imagen fue trasladada posteriormente al Waite Tarot (la baraja de tarot más popular en uso en el mundo de habla inglesa). Mi segmento se suponía que era el aspirante que va al faro de la verdad, la cual está representada por el ermitaño y su viaje hacia ella. Lo que yo estaba tratando de decir a través de la transformación era que la iluminación se puede lograr en cualquier punto en el tiempo, que sólo depende de cuando se quiere acceder a él. En otras palabras, vos siempre podés ver la verdad, pero no la reconocés cuando la ves ,o a veces tenés que reflexionar sobre eso más tarde...

GW:Siempre ha habido un cierto grado de especulación acerca de tus estudios ocultos. Puede haber sido sutil, pero no se  lo oculta realmente.
Page: yo estaba viviendo. Eso es todo lo que hay que hacer. Era mi vida : la fusión de la magia y la música.
GW: El uso de símbolos era muy avanzada. Los símbolos de los poderes ocultos en Led Zeppelin IV y el bordado en la ropa de tu etapa de ese período de tiempo, son buenos ejemplos de cómo dejaste tu huella en la cultura popular. Es algo que las grandes empresas están persiguiendo agresivamente estos días: el uso de símbolos como una forma de calificar.
Page: Te referís a la magia talismán? Sí, yo sabía lo que estaba haciendo. No tiene sentido decir mucho al respecto, ya que cuanto más lo discuta, más excéntrico parece.. Pero el hecho es que - en la medida que a mí respecta -  estaba trabajando, así que lo utilicé. Pero en realidad no es diferente de las personas que usan cintas alrededor de sus muñecas: es un enfoque talismán para algo. Pero dejame cambiar lo que dije: no es exactamente lo mismo, pero es en el mismo reino. Voy a dejar este asunto al decir que los cuatro elementos de la música de Led Zeppelin haciendo, un quinto elemento,es la magia en sí misma. Ése es el proceso alquímico.


"El Ermitaño busca y reparte sabiduría.Habiendo encontrado la realización interior,ha sido iluminado,y su luz guía a los demás en el camino.Pero el precio de la realización es que el mundo ahora le parece pálido,gris y sin importancia.El camino a la paz y el conocimiento es peligroso;para alcanzar la luz es necesaria una gran confianza en sí mismo."
      The Complete Guide of the Tarot,Eden Gray.


"




domingo, 12 de agosto de 2012

Vanka,de Anton Chéjov (relato del Día del Niño)

Vanka Chukov, un muchacho de nueve años, a quien habían colocado hacía tres meses en casa del zapatero Alojin para que aprendiese el oficio, no se acostó la noche de Navidad.
      Cuando los amos y los oficiales se fueron, cerca de las doce, a la iglesia para asistir a la misa del Gallo, cogió del armario un frasco de tinta y un portaplumas con una pluma enrobinada, y, colocando ante él una hoja muy arrugada de papel, se dispuso a escribir.
      Antes de empezar dirigió a la puerta una mirada, en la que se pintaba el temor de ser sorprendido, miró al icono obscuro del rincón y exhaló un largo suspiro.
      El papel se hallaba sobre un banco, ante el cual estaba él de rodillas.
      «Querido abuelo Constantino Makarich —escribió—: Soy yo quien te escribe. Te felicito con motivo de las Navidades y le pido a Dios que te colme de venturas. No tengo papá ni mamá; sólo te tengo a ti...
      Vanka miró a la obscura ventana, en cuyos cristales se reflejaba da bujía, y se imaginó a su abuelo Constantino Makarich, empleado a la sazón como guardia nocturno en casa de los señores Chivarev. Era un viejecillo enjuto y vivo, siempre risueño y con ojos de bebedor. Tenía sesenta y cinco años. Durante el día dormía en la cocina o bromeaba con los cocineros, y por la noche se paseaba, envuelto en una amplia pelliza, en torno de la finca, y golpeaba de vez en cuando con un bastoncillo una pequeña, plancha cuadrada, para dar fe de que no dormía y atemorizar a los ladrones. Acompañábanle dos perros: Canelo y Serpiente. Este último se merecía su nombre: era largo de cuerpo y muy astuto, y siempre parecía ocultar malas intenciones; aunque miraba a todo el mundo con ojos acariciadores, no le inspiraba a nadie confianza. Se adivinaba, bajo aquella máscara de cariño, una perfidia jesuítica.
      Le gustaba acercarse a la gente con suavidad, sin ser notado, y morderla en las pantorrillas. Con frecuencia robaba pollos de casa de los campesinos. Le pegaban grandes palizas; dos veces había estado a punto de morir ahorcado; pero siempre salía con vida de los más apurados trances y resucitaba cuando le tenían ya por muerto.
      En aquel momento, el abuelo de Vanka estaría, de fijo, a la puerta, y mirando las ventanas iluminadas de la iglesia, embromaría a los cocineros y a las criadas, frotándose las manos para calentarse. Riendo con risita senil les daría vaya a las mujeres.
      —¿Quiere usted un polvito? —es preguntaría, acercándoles la tabaquera a la nariz.
      Las mujeres estornudarían. El viejo, regocijadísimo, prorrumpiría en carcajadas y se apretaría con ambas manos los ijares.
      Luego les ofrecería un polvito a los perros. El Canelo estornudaría, sacudiría la cabeza, y, con el gesto huraño de un señor ofendido en su dignidad, se marcharía. El Serpiente, hipócrita, ocultando siempre sus verdaderos sentimientos, no estornudaría y menearía el rabo.
      El tiempo sería soberbio. Habría una gran calma en la atmósfera, límpida y fresca. A pesar de la obscuridad de la noche, se vería toda la aldea con sus tejados blancos, el humo de las chimeneas, los árboles plateados por la escarcha, los montones de nieve. En el cielo, miles de estrellas parecerían hacerle alegres guiños a la Tierra. La Vía Láctea se distinguiría muy bien, como si, con motivo de la fiesta, la hubieran lavado y frotado con nieve...
      Vanka, imaginándose todo esto, suspiraba.
      Tomó de nuevo la pluma y continuó escribiendo:
      «Ayer me pegaron. El maestro me cogió por los pelos y me dio unos cuantos correazos por haberme dormido arrullando a su nene. El otro día la maestra me mandó destripar una sardina, y yo, en vez de empezar por la cabeza, empecé por la cola; entonces la maestra cogió la sardina y me dio en la cara con ella. Los otros aprendices, como son mayores que yo, me mortifican, me mandan por vodka a la taberna y me hacen robarle pepinos a la maestra, que, cuando se entera, me sacude el polvo. Casi siempre tengo hambre. Por la mañana me dan un mendrugo de pan; para comer, unas gachas de alforfón; para cenar, otro mendrugo de pan. Nunca me dan otra cosa, ni siquiera una taza de té. Duermo en el portal y paso mucho frío; además, tengo que arrullar al nene, que no me deja dormir con sus gritos... Abuelito: sé bueno, sácame de aquí, que no puedo soportar esta vida. Te saludo con mucho respeto y te prometo pedirle siempre a Dios por ti. Si no me sacas de aquí me moriré.»
      Vanka hizo un puchero, se frotó los ojos con el puño y no pudo reprimir un sollozo.
      «Te seré todo lo útil que pueda —continuó momentos después—. Rogaré por ti, y si no estás contento conmigo puedes pegarme todo lo que quieras. Buscaré trabajo, guardaré el rebaño. Abuelito: te ruego que me saques de aquí si no quieres que me muera. Yo escaparía y me iría a la aldea contigo; pero no tengo botas, y hace demasiado frío para ir descalzo. Cuando sea mayor te mantendré con mi trabajo y no permitiré que nadie te ofenda. Y cuando te mueras, le rogaré a Dios por el descanso de tu alma, como le ruego ahora por el alma de mi madre.
      «Moscú es una ciudad muy grande. Hay muchos palacios, muchos caballos, pero ni una oveja. También hay perros, pero no son como los de la aldea: no muerden y casi no ladran. He visto en una tienda una caña de pescar con un anzuelo tan hermoso, que se podrían pescar con ella los peces más grandes. Se venden también en las tiendas escopetas de primer orden, como la de tu señor. Deben costar muy caras, lo menos cien rublos cada una. En las carnicerías venden perdices, liebres, conejos, y no se sabe dónde los cazan.
      «Abuelito: cuando enciendan en casa de los señores el árbol de Navidad, coge para mí una nuez dorada y escóndela bien. Luego, cuando yo vaya, me la darás. Pídesela a la señorita Olga Ignatievna; dile que es para Vanka. Verás cómo te la da.»

      Vanka suspira otra vez y se queda mirando a la ventana. Recuerda que todos los años, en vísperas de la fiesta, cuando había que buscar un árbol de Navidad para los señores, iba él al bosque con su abuelo. ¡Dios mío, qué encanto! El frío le ponía rojas las mejillas; pero a él no le importaba. El abuelo, antes de derribar el árbol escogido, encendía la pipa y decía algunas chirigotas acerca de la nariz helada de Vanka. Jóvenes abetos, cubiertos de escarcha, parecían, en su inmovilidad, esperar el hachazo que sobre uno de ellos debía descargar la mano del abuelo. De pronto, saltando por encima de los montones de nieve, aparecía una liebre en precipitada carrera. El abuelo, al verla, daba muestras de gran agitación y, agachándose, gritaba:
      —¡Atrápala!¡Atrápala! ¡Ah, diablo!
      Luego el abuelo derribaba un abeto, y entre los dos le trasladaban a la casa señorial. Allí, el árbol era preparado para la fiesta. La señorita Olga Ignatievna ponía mayor entusiasmo que nadie en este trabajo. Vanka la quería mucho. Cuando aún vivía su madre y servía en casa de los señores, Olga Ignatievna le daba bombones y le enseñaba a leer, a escribir, a contar de uno a ciento y hasta a bailar. Pero, muerta su madre, el huérfano Vanka pasó a formar parte de la servidumbre culinaria, con su abuelo, y luego fue enviado a Moscú, a casa del zapatero Alajin, para que aprendiese el oficio...
      «¡Ven, abuelito, ven! —continuó escribiendo, tras una corta reflexión, el muchacho—. En nombre de Nuestro Señor te suplico que me saques de aquí. Ten piedad del pobrecito huérfano. Todo el mundo me pega, se burla de mí, me insulta. Y, además, siempre tengo hambre. Y, además, me aburro atrozmente y no hago más que llorar. Anteayer, el ama me dio un pescozón tan fuerte, que me caí y estuve un rato sin poder levantarme. Esto no es vivir; los perros viven mejor que yo... Recuerdos a la cocinera Alena, al cochero Egorka y a todos nuestros amigos de la aldea. Mi acordeón guárdale bien y no se lo dejes a nadie. Sin más, sabes te quiere tu nieto
Vanka Chukov.
      Ven en seguida, abuelito.»

      Vanka plegó en cuatro dobleces la hoja de papel y la metió en un sobre que había comprado el día anterior. Luego, meditó un poco y escribió en el sobre la siguiente dirección:
      «En la aldea, a mi abuelo.»
      Tras una nueva meditación, añadió:
      «Constantino Makarich.»
      Congratulándose de haber escrito la carta sin que nadie se lo estorbase se puso la gorra, y, sin otro abrigo, corrió a la calle.
      El dependiente de la carnicería, a quien aquella tarde le había preguntado, le había dicho que las cartas debían echarse a los buzones, de donde las recogían para llevarlas en troika a través del mundo entero.
      Vanka echó su preciosa epístola en el buzón más próximo...
      Una hora después dormía, con la boca torcida por una sonrisa y los puñitos apretados...
      Vio en sueños la cálida estufa aldeana. Sentado en ella, su abuelo les leía a las cocineras la carta de Vanka. El perro Serpiente se paseaba en torno de la estufa y  movía la cola...