miércoles, 25 de agosto de 2010

Sissi Emperatriz


De chica,me fascinaban las novelas con historias sobre la emperatriz Sissi de Austria (las peliculas eran muy lentas y pesadas para mi gusto,pero era lindo ver a Romy Schneider increiblemente hermosa con esos vestidos de princesa).Es que siempre fue un personaje interesante para las mujeres.La famosa historia de cuando conocio a su marido,el emperador Francisco Jose,y el en lugar de proponerle compromiso a su hermana la eligio a ella es una de las mas romanticas de la vida real.Pero al parecer Sissi ni fue tan feliz en su matrimonio como mostraban los libros.Ya la mañana anterior a la noche de bodas,los cortesanos cuentan haberla visto con la cara hinchada de tanto llorar.Y sus problemas se tradujeron en bulimia y anorexia.Con el enfermizo fin de mantener su peso de 50 kilos (repartidos en una estatura de 1,72) y de guardar su cintura de tan sólo 47 centímetros, Sissi se inventó una serie de dietas de adelgazamiento y hábitos alimenticios. Sus comportamientos obsesivos no sólo afectaron a sus dietas sino también a sus ocupaciones diarias, marcadas por un frenético afán de moverse, de no sentarse, de andar horas y horas por el monte y de montar otras muchas horas más a caballo.


Sus extravagancias también se reflejaron en sus fantasías literarias.Entusiasmada por los relatos de Homero, convirtió sus viajes en barco a Corfú en verdaderas emulaciones de la Odisea, que revivía haciéndose atar al mástil en las jornadas más tempestuosas.
Sus paseos de seis horas por el monte inspiraban las quejas más asiduas de sus damas de compañía y personal de seguridad, que no podían seguirla. Vencer las laderas escarpadas era su debilidad, y las coronaba gracias a su frenética y exaltada necesidad de movimiento.


Desde los 44 años sufrió casi permanentemente dolores de ciática y acumulación de líquido en las piernas. Sus visitas a los balnearios de Karlovy Vary, Gastein, Baden-Baden o Bad Kissingen no contribuyeron demasiado a mejorar su estado. El único médico que logró cambiar un poco sus manías nutritivas fue Georg Metzger, que probablemente echó mano de la psiquiatría.

A partir de los 50, el cutis de Sissi estaba muy deteriorado, motivo por el cual siempre llevaba velo. Las últimas fotos o cuadros que se hicieron de la emperatriz datan de cuando tenía 30 años. Tras cumplirlos se negó a posar más, y su pésima dentadura nos ha privado de imágenes risueñas.

Hace años, una exposición organizada en Austria rompía con la aureola romántica tejida alrededor de la emperatriz, y mostraba el contenido del botiquín que solía llevar en sus viajes.En él no faltaban un frasco de morfina ni la jeringa para la cocaína.

No hay comentarios:

Publicar un comentario