Para su debut en los Estados Unidos contra Sailor Maxted,campeón de la Marina ("El Derribador de Esperanzas"),sorprendió a todos al pedir los derechos cinematográficos de la pelea.Por esa época,sólo se filmaban las peleas por el título.La bolsa que iba a recibir el debutante era de U$S 120,y la filmación le costaba U$S 150.
El campeón de los Marines cayó al 7º round. Firpo empezó a vender las filmaciones de sus peleas en Buenos Aires para su proyección en los cines,llenándose los bolsillos.
Por su tercera pelea,le pagaron U$S 2.400.Además de los derechos,obvio.
Con Jack Dempsey antes de la pelea.
Firpo entrenando con Félix Bunge.
Comenzó a exigir un porcentaje de las recaudaciones.Por ejemplo,si salía como segundo en el rincón de algún boxeador en ascenso,el 15% de lo recaudado eran para él.También tuvo una fugaz incursión en el cine mudo,actuando en "La vuelta del Toro Salvaje".
Siempre tuvo muy en claro lo fugaz de su profesión,que la vida útil de un boxeador es demasiado corta y que alargarla demasiado resentiría su salud y su prestigio; así es que,entre pelea y pelea,se dedicaba a visitar fábricas para decidir qué tipo de negocio iba a emprender.
Antes de volver a Buenos Aires después de su gira por Estados Unidos,ya había decidido que se iba a dedicar a la industria automotriz o a la producción alimenticia.Se decantó por adquirir,él mismo y sin asesoramiento de abogados,contadores ni ingenieros,la licencia para fabricar los automóviles Stutz en la Argentina.En pocos meses el producto monopolizaba el mercado automotriz argentino.Construyó talleres y salones de ventas,organizó eventos,cedió autos para su participación en carreras,hasta vendía él mismo.
Más tarde tuvo criaderos de aves,compró campos,fue productor cinematográfico.Terminó sus días convertido en un próspero estanciero.
Su habilidad con el dinero le hizo ganar cierta fama de "amarrete". Pero fueron varios los que le pidieron ayuda y no recibieron una negativa.
Cuando Dempsey,con serios problemas financieros,visitó el país en 1954, luego de un asado en su honor,Firpo le dió un sobre que no debía abrir hasta llegar a New York.En él había U$S 20.000 y una nota que decía: "Una pequeña muestra de amistad,de un viejo amigo a otro".
Afiche original del combate
El 14 de noviembre de 1923, Luis Angel Firpo,el que nunca tuvo manager,el Toro Salvaje de las Pampas,no pudo,o no lo dejaron,conquistar el título mundial de los pesos pesados.Pero a mediados de la década del '30 obtuvo la otra corona,la que retendría hasta su muerte:la del "boxeador retirado de mayor fortuna en el mundo".
Junto a la bóveda de Firpo en el Cementerio de la Recoleta.
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fuente//revista Todo es Historia.